Para este proyecto, nuestros clientes estaban interesados en una casa térrea que asegurase un acceso directo en coche a cota de solera. Por otro lado, querían un programa controlado pero sin que esto afectara demasiado a la parte estética, pues estaban interesados en un diseño elegante, contemporáneo y con impacto.

Se trata de una parcela delimitada por dos propiedades y por dos vías, siendo una de ellas un camino peatonal estrecho y la otra, la única calle de acceso al lote. El terreno se desenvolvía, si bien con poca variación de la pendiente, a casi 3 metros de altura desde la calle principal. Un muro de piedra con vestigios del paso del tiempo contiene las tierras de la propiedad.

La cuestión fundamental de este proyecto se encontraba en cómo desenvolver la casa a cota del terreno existente, y a la vez, crear un acceso directo y confortable de los vehículos hasta la cota de la casa. Se había descartado la posibilidad de realizar la vivienda a nivel de la calle, porque además de la desmesurada excavación que sería necesaria, esta opción tampoco traía demasiadas ventajas asociadas. Otro aspecto a tener en cuenta era la necesidad de ceder terreno a la vía pública, lo que restringía más el problema principal.

La propuesta, formalizando su promesa de cumplir con emoción los objetivos deseados, aparece con distinción en lo alto del terreno. Para resolver la llegada de los coches al nivel superior, se creó una rampa que establece una práctica entrada secundaria. Aprovechando la excavación correspondiente a las áreas de cedencia, se propuso también un garaje semi abierto para el día a día, que recibiera con eficacia a los dueños junto al acceso principal de la casa. La volumetría está formada por tres cuerpos, siendo dos los espacios privados de la casa y el tercero, el vacío entre ellos, que se extiende hacia el exterior para definir el espacio de la piscina.