Con una parcela en una zona privilegiada, los clientes de este proyecto querían una casa moderna que sacase el máximo partido posible a las increíbles vistas sobre el río Douro. El terreno original, a pesar de estar situado en un lugar extraordinario, presentaba un desnivel abrupto hacia la parte final de la parcela. Por otro lado, en el sentido de la calle también existía una diferencia de 3m entre los extremos de la frente principal. Sin ninguna preexistencia, se trata de un proyecto de raíz.

Teniendo en consideración la pendiente de la topografía y el objetivo principal a alcanzar, el reto de este proyecto consistía esencialmente en resolver su implantación, así como las estrategias necesarias para solucionar los movimientos de tierras. El principio director del proyecto estaba claro, trabajar una volumetría en altura desde la cota más alta del terreno para garantizar las mejores vistas y desmontar progresivamente el terreno para evitar cambios exagerados de cota.

El resultado es una casa imponente y con presencia, que se expresa con leveza desde la cima del terreno y se abre por completo sobre el valle del río Douro. Un proyecto de planos claros que definen un vacío interior, donde se destaca una escalera escultórica que conecta todos los niveles de la vivienda. En la planta 1, coincidente con la cota más alta de la parcela, se distribuyen todos los espacios comunes y se encaja una piscina infinita que delimita la primera contención del terreno. En la planta inferior, que convenientemente corresponde a la cota inferior de la calle, se crea el acceso al estacionamiento y se ubica el gimnasio. Finalmente en la planta superior, el escritorio y los cuartos disfrutan de la mejor vista panorámica en lo más alto de la vivienda.