El proyecto en cuestión está ubicado en una zona idílica de Amarante, que fue impulsado por un chef con estrella Michelin. El cliente pretendía crear una infraestructura dedicada a la presentación de platos preparados en directo con un grupo de clientes en un ambiente privado, tanto durante la degustación, y tambien el alojamiento, creando tres suites. El piso debajo de la cocina se destinaría a un edificio que está enterrado y se utiliza como bodega para el personal de este mismo chef.

El proyecto se adapta a la topografía del terreno, surgiendo las suites de su pendiente natural. La reducción de los materiales se enmarca en la justificación de ser materiales que se adaptan al entorno existente en cuestión, es decir, la madera y el hormigón que asumen su naturaleza contemporánea frente a las rocas existentes, contemplándolas y nunca superponiéndose a la belleza natural del espacio.

La propuesta busca proponer un lenguaje arquitectónico contemporáneo que combine con el espacio de la naturaleza. El objetivo es diseñar espacios habitables que aprovechen al máximo la exposición solar, lo que consecuentemente aporta beneficios térmicos y energéticos tanto al espacio del restaurante como a las suites.