Este proyecto supone la continuación de un proceso con dos viviendas, siendo esta segunda el término formal del gesto que inicia la predecesora. Recordando que la implantación de ambas casas se había establecido en una misma cota, un aspecto fundamental de este proyecto concreto recaía en encontrar la medida adecuada de separación. Se tenía que conseguir una distancia que no rompiera la armonía del espacio social y que garantizara al mismo tiempo unas vistas despejadas del entorno natural.

La volumetría manifiesta de forma clara una lógica similar a la anterior, cerrándose ante la vía pública y mostrando una apariencia rígida y serena. Debido a la creciente pendiente septentrional de la parcela y para evitar una excavación desmesurada, se creó un pequeño talud que descansa sobre un muro de contención, en la periferia noroeste de la casa.

Por otro lado y en discrepancia con la vivienda progenitora, tanto los cuartos como el open-space de la casa se vuelcan a la zona de la piscina, disfrutando de una excelente luz natural. Las zonas de comedor, cocina y sala de estar están diseñadas con generosa amplitud para permitir la flexibilidad de usos que tanto deseaban nuestros clientes.

En el límite oeste de la parcela se colocó un volumen añadido que da apoyo al programa general del conjunto y refuerza la delimitación del centro de convivio exterior. El resultado global es un conjunto de volúmenes organizados de tal forma que consiguen llevar al interior de ambos hogares, las sensaciones de afabilidad y confort que generan en el exterior.

Programa: Garaje interior, hall, escritorio, lavandería, open-space con sala de estar, comedor y cocina; baño de servicio, gimnasio, dos dormitorios con baño y armario empotrado, dormitorio principal con baño y vestidor; piscina exterior y almacén.